Destruído

Una angustia enorme, puede ser precipitado pero la amenaza de los promedios sigue creciendo. Un equipo que cada vez se supera en su mediocridad. Jugadores que vuelven a dar muestras de que apenas están en condiciones de jugar en la B Nacional. Un plantel con el ánimo por el piso, con una preparación física desastrosa, y algunos jugadores que encima, cobran lo que cobran.
Mal primer paso del nuevo DT, flojo en un planteo que expuso demasiado al flojísimo Núñez y, sobre todo, al cada día más penoso Gastón Fernández. Después fue más de lo mismo, una defensa floja en la marca y en el rechazo y sufriendo incluso más que antes en la pelota parada; y un mediocampo que le complica aún más el panorama a la defensa ya que no para a nadie. El único en esta línea para destacar fue otra vez Gil Romero, de mucha entrega. Gelabert es el símbolo, posiblemente junto a Angeleri, de lo mal que se están haciendo las cosas en el club, primando amiguismos. Y Román Martínez.. Arriba, sólo el Negro, que da pena verlo jugar en un equipo tan mediocre, y que pese a jugar sólo contra todos los rivales, lleva peligro.

Muy alarmante la situación de Estudiantes, apenas 32 puntos en la temporada, 82 en el acumulado para el año que viene, con equipos como Godoy Cruz que nos siguen descontando puntos. Es urgente sacar puntos en estas 9 fechas, arrancar en el fondo significaría jugar con una presión que alienta los malos resultados. Se viene Boca, golpeado y con Corinthians y River en el horizonte, sólo sirve ganar.

Si bien no masivamente, por primera vez la gente perdió la (enorme) paciencia con los jugadores. Una pena que los insultos caigan cuando en la cancha están los Rulli, Silva, Gil Romero, Auzqui. Uno supone que los destinatarios del mensaje están claros.