Cuestión repetida en Estudiantes en estos dos años, cada vez que esboza una mejoría en el rendimiento o logra buenos resultados que hacen pensar que se puede, por fin, dar un salto de calidad y confirmar la levantada, Estudiantes retrocede varios casilleros en su rendimiento y pierde ante equipos mediocres. Ya que aún jugando mal, casi nunca es menos que su rival.
Salieron a la cancha dormidos, cuidando las patas, dándole la pelota a Godoy Cruz y llenos de imprecisiones (a Rulli le hicieron 4 pases en los primeros 2 minutos, en dos se complicó). Otro penal infantil, el tercero por mano en este torneo, y 0-1 y a remarla por tercer partido consecutivo. Como con River, luego de un arranque pésimo tras estar en desventaja el rendimiento levantó un poco, ayudado por el planteo rival de esperar más atrás. Sin mucha claridad, tuvo un par de chances para lograr el empate.
En el segundo tiempo fue más decidido y resultó clave el ingreso de Luna, que entró dormido y displicente, pero fue determinante en la pelota parada. Tres corners muy bien ejecutados hasta que finalmente tras una carambola Vergini la mandó a guardar.
El DT no podía rearmar el planteo inicial ya que otra vez arma mal el banco (3 defensores, 2 volantes ofensivos, un delantero), aunque es cierto que no tiene mucho más para poner. Con un equipo volcado al ataque y tras un corner a favor, una salida rápida del arquero agarra a Estudiantes mal parado, que sin embargo retrocede bien marcando los pases y obliga al lateral izquierdo del Tomba a patear de lejos. Si Rulli fue clave en ganar un punto la semana pasada, hoy nos lo hace perder. La respuesta es flojísima, cerrando un flojísimo partido del arquero en el que, salvo en los goles, no le patearon al arco. Pero promediando el primer tiempo salió muy mal en un corner y de milagro no fue gol de Godoy Cruz. Ya está cerca de los 30 partidos en Primera, pero sigue lejos de dar seguridad, particularmente en los centros, en el juego con los pies y los remates de media distancia.
Un punto perdido, otra vez cerca del final, y ante un rival de la zona baja. Que Correa ni concentre mientras Auzqui es titular y Mariano González va al banco es cada día más inentendible.
La próxima frente a un Colón en caída libre, que igualmente siempre nos complica (debe ser el único equipo regular de Primera al que Estudiantes no le pudo ganar de local en estos 7-8 años). Serán clave los dos partidos de local para llegar a 29 puntos, en el medio un viaje de riesgo al Gasómetro, aunque a este equipo jugar contra rivales fuertes lo beneficia.